Wenceslao Ciuró

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DATOS
Wenceslaociuro.jpg
Nombre real Wenceslao Ciuró i Sureda
Nombre
artístico
Ling-Kai-Fu
Wenceslao Ciuró
Especialidad Magia general
Fecha nacimiento 1 de mayo de 1895
Lugar de
nacimiento
Castelltersol
Barcelona
España
Fecha
fallecimiento
23 de abril de 1978
Lugar
fallecimiento
España

Wenceslao Ciuró i Sureda fue un sacerdote aficionado al ilusionismo, autor de una colección de libros que sirvieron para que muchas personas se dedicaran a la magia.

Inició sus estudios como alumno interno de los padres escolapios de Moià en 1905. Sus amigos lo llamaban Wences, y desde muy pequeño se sintió atraído por la religión. [1]

En 1914 profesa sus votos como sacerdote y pasa tres años dedicado al estudio en Irache (Navarra).

En septiembre de 1917, y debido a su corta edad, es necesaria una dispensa de la Santa Sede para poder ser ordenado sacerdote.

Inicios

Sin embargo, su afición por la magia viene también de pequeño cuando un día que estaba en la escuela uno de los padres sacerdotes le hizo un juego de manos. En ese momento, el Padre Ciuró sintió una atracción irresistible para el ilusionismo mágico.

Wenceslao Ciuró experimentó con numerosos tipos de magia, desde la micromagia hasta la magia de salón.

Siendo una de las figuras que más destacó en este periodo de la magia española.

Su encuentro con Partagas

Partagas fue un maestro muy importante para Ciuró. El encuentro entre ambos fue casual cuando después de haber leído uno de sus libros, "El prestidigitador optimus o magia espectral" decidió ir a ver la tienda de magia que tenía en Barcelona. Ciuró quedó tan sorprendido del encuentro que no se atrevió a decirle que acababa de leer su libro y le compró otro ejemplar.

A partir de ese momento los encuentros entre ambos fueron frecuentes, en dichos encuentros, Partagas le transmitía su filosofía y conocimientos sobre la magia y el arte de la ventriloquia, un arte afín que había entusiasmado a Ciuró desde que era muy pequeño.

Otro de los ilusionistas que influyó considerablemente fue Fu Manchu del que quedó tan impresionado que años más tarde, Ciuró eligió el seudónimo de Ling-Kai-Fu para sus libros y actuaciones.

En Francia

Hacia el 1939, Ciuró se marchó a Francia para perfeccionar su francés. Días más tarde comenzó la Guerra Civil en España y decide quedarse en el país vecino. En Francia leía muchos libros de magia y actuó para sus feligreses. Durante su estancia en Francia, Ciuró realizaba juegos de manos dentro de la iglesia. Una actividad que hizo aumentar la asistencia a las misas de jóvenes inquietos por este arte.

De vuelta a España y su primer libro

En 1947 decidió volver definitivamente en España, primero a Barcelona y luego a Madrid.

El primer libro que escribió Wenceslao Ciuró fue La prestidigitación al alcance de todos. Se trata de un manual teórico práctico del ilusionismo. Su publicación no fue fácil ya que las editoriales desconfiaban que hubiera mercado para una obra de esa naturaleza.

Este libro también trajo controversia con otros magos. Durante la época de su edición, había una intensa campaña contra la divulgación de los secretos como el caso de Pablo Areny de Plandolit y Bernat que había escrito artículos muy críticos en contra de poner a disposición de los lectores profanos y del público en general obras que revelaran los misterios de los juegos.

Otros como Sandy se opusieron a esta publicación ya que consideraron que comprometía gravemente a los practicantes de la magia. Por suerte, esta situación duró poco y no tardó mucho tiempo para que el Padre Ciuró fuera homenajeado como merecía por la significativa aportación a la magia con sus obras.

El Padre Ciuró fue una persona muy inquieta y tuvo la suerte de viajar, Esto le permitió acceder a libros impensables en aquel momento en España.

Enamorado de la magia

Enamorado siempre del ilusionismo solía decir "No he pasado ni un solo día sin pensar en magia".

La intención de Ciuró era de aumentar la población mundial de magos. Su truco para hacer aparecer nuevos ilusionistas consistía en reunir las mejores sorpresas de su repertorio y explicarlas con gran precisión en sus libros.

Según él, esa era la única manera de hacer llegar a todo el que quisiera su magia.

Sus juegos de manos aparecieron multitud de veces por la pantalla de la TV.

Fundador de sociedades mágicas

En 1932 fundó conjuntamente con Javier d’Areny-Plandolit Gassó, Emilio Diez, Carlos Bucheli, Antonio Darder y otros la Agrupación catalana de amigos del ilusionismo. Esta sociedad funcionó durante la República pero al inicio de la Guerra Civil hubo de disolverse. Una vez terminada la guerra crearon asociaciones de mayor importancia como la Sociedad Española de Ilusionismo (SEI) en 1943, o la CEDAM en 1952.

Ciuró fue presidente el honor del Círculo Mágico Sevillano, de la SEI, de la Agrupación Mágica Aragonesa, del Círculo Mágico Brasileño de ilusionistas o socio numerario con el título "Maitre Magicien" de la Asociación Francesa de Artistas Prestidigitadores de París.

También fue socio de honor del International Brotherdhood of Magicians y de la Academia Portuguesa del ilusionismo.

En 1949, en Barcelona le fue otorgado el título de "propulsor del ilusionismo".

El 23 de Abril de 1978, cuando ya Ciuró tenía 83 años, murió a causa de un ataque cerebral. En su entierro se encontraron numerosos magos amigos que soltaron palomas para hacer brotar del fondo de sus almas una oración sobre la tumba del maestro.

Anécotas

  • En una ocasión, Ciuró fue a comprar agujas en una tienda de Francia y con la voluntad de impresionar a la gente, se las tragó todas. La tendera quedó bien alucinada.
  • Una vez Ciuró vio un truco de magia que consistía en cortar una cuerda, después el mago la unía otra vez. Ciuró quedó entusiasmado y se pasó toda la noche inquieto pensando en el truco finalmente, después de pasarse toda la noche en vela, averiguó su truco.

Libros

Notas

  1. Traducción al castellano del documento "WENCESLAO CIURÓ, un mag il·lusionista"