El robo y la ciencia
En el diario "La Opinión de la Provincia", Tarragona, España, del viernes, 19 de septiembre de 1902 aparece publicada la siguiente nota:
"La ciencia lo abarca todo; ya ha llegado hasta el extremo de ser útil a los ladrones.
Unos cuantos individuos que se dedican a esta honrada profesión en Birmania, emplean un sistema especial y científico que anula toda cuanta-resistepcla puedan oponer las víctimas, sin necesidad de que en caso de detención se pueda imputar á los malhechores un delito de homicidio.
En son de broma, un prestidigitador de aquel país ha enseñado el sistema a un viajero ingles, haciendo de victima un criado de esta último. En un instante el ladrón-maestro cogió por el cuello á la victima convencida y le apretó fuertemente con los dos dedos pulgares en las partes blandas, comprimiendo al mismo tiempo la espina dorsal. Él individuo cogido de este modo se puso tembloroso, se quedó completamente sin fuerzas y luego se cayo al suelo como herido por el rayo.
Todos los que presenciaban el experimento creyeron que el criado ingles había muerto, pero el prestidigitador permaneció impávido. Sacó tranquilamente un pañuelo, y con él descargó unos cuantos zurriagazos en la cara del paciente. Despertóse éste enseguida, poco después se levantó y echó a andar con paso incierto.
¿En qué consiste el fenómeno? Difícil es precisarlo, porque en este caso el operador puede influir sobre los vasos que llevan la sangre al cerebro, produciendo una anemia p una hyperamia del órgano que cause la pérdida del conocimiento, p bien obrar sobre los importantes nervios que pasan cerca de los vasos determinando la pérdida del conocimiento.
Este sistema de insensibilización lo emplean también los Javaneses pero sólo con fines humanitarios y terapéuticos."