Juegos famosos de famosos ilusionistas

© De la traducción al castellano: F. Javier Varea - Marzo de 2018.

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Juegos famosos de famosos ilusionistas

por David Devant

Los cubiletes

El juego de ilusionismos del que se tiene conocimiento es el de “los cubiletes”. El mago tiene tres cubiletes, por lo general, de latón, y tres pequeñas bolas de corcho del tamaño de una avellana. Todo tipo de prodigios ocurren con estos elementos tan simples. El mago puede hacer que una pelota atraviese invisiblemente la parte superior de los cubiletes, o puede hacer que las tres bolas pasen de uno a otro, y así sucesivamente.

Prácticamente no hay límite para los efectos que un ilusionista puede producir con los tres cubiletes y las tres bolas, y dado que es puro juego de mano lo que se realiza, siempre ha sido admirado por magos y profanos. ¿Que ilusionistas famosos han realizado este juego? En realidad, en su mayoría son anónimos, ya que se suele presentar en las carreras. Se trata de un truco peculiarmente adecuado para el prestidigitador de hipódromo, ya que se puede hacer rodeado de público y no necesita preparación. Los fundamentos de la magia están en este pequeño truco, y si estuviera escribiendo para magos, podría probar la verdad de esta afirmación. Durante muchos años, los hombres deshonestos se han ganado la vida con este único truco, El juego de los cubiletes es el antepasado de la estafa más conocida de los tres dedales y el guisante.

Solo hay un inconveniente en este viejo truco: Su efecto se pierde en una gran sala; el público debe de estar cerca de la mesa del prestidigitador. El mago de hipódromo tiene a su público de pie, cerca de él, lo cual es la posición correcta para que los espectadores puedan apreciar correctamente el efecto.

La caldera mágica

Uno de los trucos más populares de los tiempos modernos ha sido "La Caldera Mágica". Creó una gran sensación hace unos años, pero me imagino que la mayoría de los magos estaban bastante molestos, ya que era más un juguete científico que un truco. El efecto principal consistía en hacer hervir el agua de la tetera estando colocada sobre un bloque de hielo.

Como las teteras mágicas estaban de moda, yo, naturalmente, tenía que tener una; pero estaba decidido a que mi tetera mágica fuera un poco diferente a la de los demás. Por lo tanto, tomé prestada una idea de un truco muy antiguo: la botella inagotable: una botella de la que el ilusionista puede servir cualquier bebida que le pida el público. En lugar de la botella utilicé una tetera, de la que vertía licores, bebidas espirituosas, vinos, licores, leche y agua (en vasos separados; mi leche era auténtica).

Hubo una ocasión en la que tuve un terrible fracaso con mi tetera mágica. El truco en sí nunca me falló, y era muy bueno según la opinión del público. El problema ocurrió en Leicester. El truco había sido bien publicitado por toda la ciudad, y un gran globo, en forma de elefante, flotaba sobre la Temperance Hall , la sala en la que iba a actuar.

El nombre del local debería haber sido una advertencia para mí, pero no lo fue. En el último momento los propietarios me prohibieron hacer la tetera mágica debido a las bebidas alcohólicas que producía. Parecía que el hombre que construyó la sala la había cedido a condición de que no se consumieran bebidas embriagantes en el lugar, y había una cláusula en mi acuerdo que me informaba de esta condición, pero yo la había pasado por alto.

¿Qué iba a hacer? Y no podía desilusionar al público, ya que la tetera era el elemento principal de mi programa. Decidí apresuradamente hacer de la “tetera abstemia” y hacer que sólo produjera bebidas moderadas : té, café, cacao, leche, limonada. Algunas personas se maravillaban de la idea de que les sirvieran limonada caliente; pero yo no, porque sabía que estaba más allá de los poderes de mi hervidor de confianza servir una bebida caliente en un momento y una bebida helada al siguiente.

Pero esta historia tiene una secuela. Sólo he actuado dos veces fuera de Inglaterra, y en ambas ocasiones fue en Viena. Durante mi segunda visita, que ocurrió veinticinco años después de la primera, quise hacer el juego de la tetera, pero descubrí que había una variedad tan grande de bebidas que hacía que fuera imposible el poder recordarlas todas. Ofrecer la producción de cualquier bebida nombrada por el público era totalmente imposible.

De modo que volví a la vieja idea de hacer la tetera “del abstemio”, y descubrí que la limonada caliente era una bebida habitual en Viena. El público lo consideró como un cumplido, costó trabajo que no me acosaran a mi y a mi tetera mientras recorría la sala vertiendo las bebidas que me solicitaban. Nunca he tenido tanto éxito como en Viena, y aprovecho esta oportunidad para dar las gracias a los propietarios de Temperance Hall, Leicester.

La mujer que desaparece

"La Dama que Desaparece" fue en un tiempo una ilusión muy popular. Fue inventado por un mago brillante, Buatier de Kolta , y fue mostrado por primera vez en París. El artista se presentó con un periódico, que extendió en el escenario. Sobre este colocó una silla. Una señora se sentó en ella. El artista la cubrió con un manto de seda. ¡Desaparece! Y la mujer se desvaneció.

El truco era una gran mejora sobre todo lo que se había hecho antes de De Kolta que Tenía un saludable desdén por los armarios y otros aparatos incomodos. "Yo puedo hacer cualquier cosa", me dijo una vez, "si se me permite poner una cama en el escenario", y estuve de acuerdo con él en que el día de los gabinetes y otras cosas que eran tan obviamente artificiosas, había terminado.

Un tiempo después de la muerte de De Kolta, traté de hacer algo mejor que "La Dama que desaparece". Quería hacer desaparecer a la dama sin cubrirla, y después de muchos experimentos produje "The Mascot Moth" . En un escenario totalmente iluminado, sin cubrir a la dama, la levanté en mis brazos y desapareció.

La jaula de pájaros que desaparece

Buatier de Kolta inventó varios trucos que han hecho el nombre de más de un mago. Uno de los trucos era "La jaula de pájaros que desaparece". La jaula, con un pájaro dentro, desapareció de las manos del artista. Otro de sus famosos trucos fue la producción de grandes cantidades de flores de papel a partir de un trozo que rompía e introducía en una bolsa en forma de cono. Este truco desconcertó a los prestidigitadores durante mucho tiempo, pero una noche una corriente de aire en el escenario hizo que una de las flores cayera en la platea. El secreto se hizo público, y ahora es conocido por todos los magos.

El juego de la bala atrapada

El "juego de la bala atrapada" estará fresco en las mentes de mis lectores, porque fue al hacer ese efecto que Chung Ling Soo , el famoso mago chino (un inglés fuera del escenario, en realidad nacido en la ciudad de Nueva York; su padre era un escocés, su madre una británica), encontró la muerte.

Fue advertido muchas veces por sus amigos para que desistiera de realizarlo, el lector debe de conocer que al menos media docena de artistas han fallecido haciéndolo . Una bala, marcada por el público, es disparada al mago, que la atrapa entre los dientes. Soo usaba un plato entre el que disparaba y su cuerpo. El truco es siempre sensacional y efectivo.

Curiosamente, Soo se hizo un nombre en este país con un truco totalmente diferente: la "Caña de pescar aérea". Se paraba en el centro del escenario con una caña de pescar en la mano y hacía un lanzamiento del hilo al auditorio. De repente, el público se sorprendió al ver un pez atrapado al final del hilo sobre sus cabezas.

Soo tomaba el sedal, sacaba el pescado, lo tiraba en un tazón de vidrio con agua y todo el mundo lo veía nadando, muy contento y cómodo. El truco fue inventado por un prestidigitador aficionado. Los magos profesionales están en deuda con los aficionados por varios buenos trucos. Los aficionados rara vez se dan cuenta de la efectividad de un truco hasta que lo ven realizado por un profesional.

Los falsos espiritistas

Los prestidigitadores también están en deuda con los falsos espiritistas. El Dr. Slade , el famoso médium, proporcionó a los ilusionistas un excelente juego de pizarra, con el detalle de que estos simplificaron el método. El prestidigitador muestra una pizarra limpia y produce en ella cualquier escritura--cifras o palabras--que necesite.

Los "espiritualistas" tienen un truco muy eficaz que utilizan para probar la presencia de espíritus. El médium permite a alguien atar un extremo de una cuerda alrededor de su muñeca. Una vez hecho esto, el ayudante sostiene el otro extremo de la cuerda con sus manos. Las luces se bajan unos instantes; cuando se vuelven a encienden, se puede ver un nudo en el centro de la cuerda. ¿Cómo llega allí el nudo? Un extremo se ata firmemente alrededor de la muñeca del médium, el asistente sostiene el otro extremo. El nudo debió ser realizado por un espíritu. Pero les aseguro que ese no es el motivo.

El artista de salón ha mejorado ese truco. Tendrá un trozo de cuerda atado firmemente alrededor de ambas muñecas con aproximadamente un metro entre ellas. Los nudos pueden estar lacrados. El prestidigitador toma prestado un anillo, y se retira detrás de un biombo por unos segundos. Cuando sale, el público ve que el anillo no sólo está en la cuerda, sino que está atado a ella, y que los nudos no han sido manipulados. ¡No, no lo hace ningún espíritu! Y los nudos siguen estando fuertemente atados, incluyendo el nudo que sujeta al anillo.

Los hermanos Davenport , los famosos médium, crearon excelentes métodos para atar cuerdas. Me imagino que mi amigo, el Sr. Harry Kellar , el mago más famoso de América, debe su célebre "nudo Kellar" a una idea de los hermanos Davenport. En las manos expertas del Sr. Kellar era un truco muy desconcertante. Tiene las manos atadas a la espalda por un miembro del público.

En un segundo estaba listo para estrechar la mano de su asistente voluntario, ¡el mago se había desatado! ¿Realmente lo estaba? El Sr. Kellar se daba la vuelta y mostraba sus manos aún unidas firmemente por la cuerda. Entonces, justo cuando el asistente se pregunta si "creer lo que está viendo", se sobresaltaba cuando el Sr. Kellar le daba una palmadita en la espalda. Miraba a su alrededor. Las manos del Sr. Kellar seguían atadas a la espalda. Permítanme añadir que esta breve descripción no hace justicia al espléndido efecto que producía el Sr. Kellar con su "nudo", por el que todo mago siente una profunda admiración.

Juegos de la India

De la India nos han llegado muy buenas ideas. Los ilusionistas indios se contentan con hacer algunos buenas artimañas y hacerlas muy bien, un hecho que los ilusionistas aficionados deberían recordar, ¡pero lamentablemente nunca lo harán!

Considero que el famoso truco de la cuerda india no es más que un mito. No creo que haya ningún prestidigitador que, estando al aíre libre, lance una cuerda, esta se quede rígida, y que un niño trepe por ella hasta desaparecer por la parte superior de la misma. Se dice que el intérprete indio que realiza este truco consigue hipnotizar a su público, pero no me creo esa explicación.

El mejor de todos los trucos indios, en mi opinión, es el truco del árbol de mango que se hace crecer a partir de una semilla plantada en el suelo, y el brote crece hasta convertirse en un árbol grande, por medio de una serie de sustituciones muy ingeniosas. Este truco es el precursor del naranjo realizado por muchos magos europeos.

El árbol que florece

El árbol da flores, que se convierten en frutos delante del público. Robert-Houdin , el famoso prestidigitador francés, reivindicó este truco como suyo, pero mi amigo, el Sr. Harry Houdini , el famoso "rey de las esposas", muestra claramente en su libro, “The Unmasking of Robert-Houdin” (“Desenmascarando a Robert-Houdin”), que el juego fue inventado por un inglés llamado Christopher Pinchbeck en el siglo XVIII.

El prestidigitador que se propone inventar un nuevo truco rara vez estará en lo cierto si considera que su efecto es completamente nuevo. Lo máximo, en novecientos noventa y nueve casos de cada mil, es que solo haya eliminado algunas de las debilidades de un viejo truco y lo haya adaptado a los requerimientos modernos.

Líquidos de colores

Por ejemplo, hace muchos años hubo un pequeño truco, obviamente muy mecánico, en el que líquidos de diferentes colores, mezclados entre sí, se separaban mágicamente cuando se volvían a verter en los vasos. Mi versión del truco es la siguiente:

Tengo tres asistentes en el escenario. Cada uno sostiene una copa de vidrio grande. En una de ellas vierto un poco de leche; en otra un poco de vino. Los dos líquidos se vierten en la tercera copa. Sostengo un pañuelo con un palo frente a esta copa durante medio segundo. Entonces el pañuelo desaparece para reaparecer en la copa en la que se mezclaron el vino y la leche, y el vino y la leche se separan y vuelven a sus dos copas, que han estado a la vista del público en todo momento. Podría pensar que yo soy el inventor, porque el truco nunca antes se había hecho de esta forma; sin embargo, yo no soy su inventor, porque la idea de separar mágicamente dos líquidos no es mía.

La alianza

Un pequeño truco ha sido doblemente famoso. El inventor fue , un mago muy inteligente que actuó en Londres en los años ochenta . Utilizaba una alianza, tomada prestada del público, y uno de sus propios carteles. Este es uno de los juegos con los que mi amigo, el difunto Charles Bertram, siempre será recordado.

En lugar del anillo, Bertram utilizaba una moneda prestado por el público y, en lugar de un cartel, la portada de un ejemplar de Tit Bits . Después de haber persuadido a alguien del público para que le ayudara en el truco, Bertram rompía la portada de Tit Bits por la mitad, sostenía una en su mano y le pedía a su asistente voluntario que pusiera la moneda en ella.

Bertram enrollaba en el papel la moneda y se lo entrega a su ayudante, junto con un trozo de lacre. Le pedía al asistente que tocara el dorso de su mano con el lacre y abriera el papel que le había dado, este se había convertido en un sobre dentro del cual habían otros dos más y en el último se encontraba la moneda.

Insinuando que si volvía a realizar el juego su ayudante vería cómo se hacía, Bertram repetía la actuación con la otra mitad de la portada de Tit Bits. Finalmente aparecían seis sobres y se los entregaba a su ayudante con la seguridad de que si los miraba de cerca vería cómo se hacía el truco. El asistente tomaba los sobres y los abría. Los seis sobres se restauraban a su estado original: la portada de Tit Bits. Este fue uno de los mejores trucos de Bertram y ciertamente mejoró el efecto tal y como fue inventado originalmente.

Los aros chinos

De china también nos han llegado algunos excelentes juegos, como el conocido “Aros chinos” - en este, un número de anillos de metal, examinados por el público, se enlazan y desenlazan en las manos del prestidigitador – Aún hoy sigue siendo un gran efecto. Otro de los viejos trucos chino es la producción mágica de varios cuencos de cristal llenos de agua, con peces nadando en ellos.

La levitación

Las levitación de una persona es otro de esos viejos juegos orientales. Estos tres, junto con otros, han sido interpretados por generaciones de magos de todo el mundo, y el público se sigue asombrando con ellos.

Second sight

"Second sight" es un juego más moderno. Consiste en que el mago transmita en secreto un mensaje a su asistente. Algunos de los primeros métodos para llevar a cabo este misterio difícilmente se harían hoy en día, pero en la última parte del siglo XVIII, cuando Pinetti hizo el truco en Londres, las maniobras que realizaba un mago eran un poco menos laboriosas de lo que son ahora. Robert Heller , un inglés que actuó a mediados del siglo XIX, alcanzó mucha fama con este truco y, sin embargo, los Zancigs lo convirtieron en un nuevo efecto cuando actuaron hace unos años en la Alhambra .

Autómata

Un autómata muy famoso era conocido como "El pastelero del Palais Royal". Una figura del pastelero surgía de la maqueta de una confitería, recibía las órdenes del público para cualquier tipo de dulce o bollería, y luego entraba y las ejecutaba. ¡Houdini, lo menciona en su libro! Este efecto se remonta a 1796, año en el que fue presentado por Haddock, un artista inglés, que utilizó un maqueta de una frutería para realizarlo. El público podía pedir cualquier fruta que quisiera.

Hay muchos otros trucos que fueron famosos en su día y han ayudado a hacer famosos a muchos magos. Y al fin y al cabo, algunos de los trucos más antiguos, realizados con métodos modernos, siguen siendo los más populares tanto entre los magos como entre el público. ¡Ya no me queda más espacio en este artículo, ni siquiera para poner sus nombres!